viernes, 27 de enero de 2012

Capítulo 18.

Mantuvimos una conversación de unos cinco minutos cuando Hugo se acercó a mi oído y me susurró que quería irse, que le estaba tirando. Yo me puse malhumorada y le dije a Sonia que nos veríamos otro día o que se pasara por mi casa después y tal. Ella asintió con la cabeza y partimos de nuevo andando hacia mi casa.
- Vaya noche pasamos... ¿eh? - dije yo para romper el hielo un poco, ya que estábamos abrazados y callados.
- Puf... y que lo digas, te dije que no la ibas a olvidar en la vida. - dijo mirándome a los ojos y sonriendo.
La verdad es que una escena o un momento así no se olvida tan fácilmente, es decir, no se olvida para nada y más con esa persona tan... tan... tan especial. Me hice la loca y le sonreí y le planté un beso y seguimos caminando. Cuando llegábamos ya a la esquina de mi casa me agarró y me tomó en peso hasta la puerta, para hacer la gracia, y yo pegando gritos y diciéndole que me bajara.
- ¡Bájame! Aiiiiis, ¡bájame! - grité unas cuantas veces.
- Y si... ¿te chantajeo? - dijo con cara de misterio - si me das un beso que tarde cinco minutos, te bajo de verdad, si no te mantengo arriba y te subo a las escaleras de la cara contigo arriba. - dijo con cara de pillo.
- Va va, pero bájame.
No me bajó, simplemente me dejó rodear mis piernas con su torso y mis brazos a su cuello y estuvimos cinco minutos de reloj morreándonos. Vaya pedazo de beso, la virgen, jajaja. No me bajó, me subió cogida de él y me tiró a la cama y después se quitó la camiseta. Yo estaba malhumorada porque le dije que no me subiera por las escaleras pero terminé atrapada entre sus brazos y su piel. A los cinco minutos alguien tocó la puerta, no había nadie en casa así que tuve que ir yo a abrir. Fuimos los dos agarrados a abrir y era Sonia.
- ¡Hola! ¿Que tal? - dijo ella cuando antes repasó de arriba a abajo a Hugo.
- What happen, pretty? - le dije bromeando - ¿Que te trae por aquí? Estábamos ... Ocupados. - dije molesta.
Sin decir nada entró y se fue a la cocina, abrió el frigorífico y miró lo que había, abrió un cajón y cogió galletas María y se sentó en el sofá del salón a comérselas. Repito.. SIN DECIR NADA. Hugo siempre ha sido suelto y sincero para dejar las cosas claras, nada de sensible y con calma... y pues le soltó la del pulpo.
- Em... ¿has pedido permiso para coger algo, niña? - dijo el malhumorado.
- Es que...¿es tu casa? - dijo Sonia riendo.
- Pues como si lo fuera, Sonia. - dije yo seriamente.
La verdad es que no sé de que coño iba esa chica, cuando de repente se abalanzó a Hugo y lo besó delante de mis narices. Hugo se quitó y le rechazó el beso, y vino detrás mía. 
- ¿Que haces Sonia? ¿Tu eres tonta?- grité malhumorada - ¡Vete de mi casa YA!
Me repasó de abajo a arriba y con las mismas se fue. 
- En serio, lo siento. - me dijo Hugo mientras cerraba yo la puerta con la boca abierta casi - Será guarra esa tía, ¿pero de que va? 
- No lo sé, pero me da igual. Te quiero, ¿vale?
- Sisi, yo también - dijo antes de darme un beso de los suyos. 
Era ya la hora de comer, y no teníamos nada de hambre, pero esperamos como media hora hasta que conseguimos tener un poco. Fuimos al frigorífico y nos hicimos unos sandwichs y hicimos un picnic en el jardín de mi casa. Mi jardín estaba lleno de césped bien cuidado, natural, unos columpios, una mesa con unas sillas y una barbacoa. Además ponemos una piscina de esas hinchables grandes y en esos momentos estaba puesta, ya que era verano. No hicimos caso a que estaban la mesa y las sillas, pusimos un pañuelo grande y nos sentamos allí en el césped. Cuando terminamos de comernos el sandwich y hacer mucho los idiotas, subí a mi habitación y me puse el bikini. Él iba detrás mía y se cambió conmigo el bañador. Yo llevaba uno sin tirantes, rojo básico pero en el culo una línea de corazones blancos y negros. Él llevaba un bañador verde con el logo de DC en la pierna izquierda. Iba monísimo, como siempre *-*. Bajé las escaleras, salí al jardín y recogí las cosas. Cuando salí otra vez de la cocina no vi a nadie fuera y comencé a gritar 'Hugo' y no oía nada. Me metí en la piscina y a los dos minutos llegaba con un regalo en la mano. 
- Toma, para ti. - me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Para mí? No hacía falta... En serio... - dije un poco tímida.
Salí de la piscina y lo abrí y era una cajita. Abrí la cajita y era un colgante del osito de Tous con perlitas de colores, una preciosidad. 
- Eh.. eh.. ¿Y esto? - dije asombrada - joder... que bonito. 
- ¿Te gusta? Me costó encontrarlo... - dijo mientras que no se le quitaba la misma sonrisa de crío que tenía desde que me dio la caja. 
- Me encanta... ¿Te costó? ¿En serio? Joder.. no tenias por qué molestarte... - dije lastimada pero con una sonrisa de oreja a oreja. 
Se acercó a mí y me besó apasionadamente. 
- Quiero pasar el resto de mis días contigo, Ana. Eres el amor de mi vida, no te puedo mentir. - dijo sonriéndome. 
- Te amo, te amo, mucho. - dije yo sonriendo y a los cinco segundos de mirarnos a los ojos, lo besé otra vez. 
Subí a mi habitación y dejé la cajita con el colgante y me bajé a bañarme con Hugo. Cuando nos descuidamos, se nos hizo las 8 de la tarde en el jardín, o dentro de la piscina, o tirados en el césped besándonos... Un sin vivir de besos y caricias por todos sitios.
Pero justo a las 8:10 de la tarde... oímos un grito aterrador. Nos asomamos a mirar y...

3 comentarios:

  1. podrias subir capitulos mas seguidos???
    PD:me encanta:))

    ResponderEliminar
  2. ¡¡¡¡Holaaa!!! Sé que no me conoces, ni yo a ti, pero me he pasado por tu blog y me ha llamado la atención. Me gusta mucho. Por eso, te he nominado a los "Liebster Adward" Te dejo el link de mi blog para que sepas de qué va el tema ;)! BESOOOSSS!
    http://laserpientedeloslibros.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar