martes, 17 de enero de 2012

Capítulo 15.

Empezamos a jugar los seis como críos. Hasta mi hermano me agarraba y me hacía cosquillas... Raro de él. 
Mi hermano es el típico reservado, tímido... sólo yo, su novia y sus colegas lo han soltado un poco. Veo que ha cambiado para bien. Silvia es al contrario. Es toda una enterada, se entera de todo por todos lados que vaya... siempre le ha gustado cotillear. Yo soy un punto medio, ni fú, ni fá. Tengo una locura extrema pero a la vez una pizca de timidez... Todo un cielo, como dice Patri. Hugo no dejaba de morderme y sobarme, como le gusta... jajaja. Pasaron como 30 o 40 minutos y estábamos muy arrugados, jaja, y decidimos salir. Se hacía de noche, y como este era un día especial, me pidió Hugo si nos íbamos a dar un paseo por la playa, a ver el atardecer los dos solos.
- ¿Te gusta? Es precioso joder... - dije.
- Sí, me encanta ver esta escena, y mejor todavía si la estás viendo con quien más quieres.
- Pf... eres enorme. Hugo, te quiero. 
Bastaron esas palabras para que me agarrase y me besara. Me besó, y despues de hacerlo me abrazó fuerte.
- No te separes de mí, nunca. - me susurró y comenzó a llorar.
- ¿Que pasa pequeño? ¿Por qué lloras? - dije preocupada.
- No, nada... joder... - dijo entre gimoteos.
- Nada no, dime, ¿que ocurre? - le insistí mientras nos sentábamos en la arena.
- No quiero perterte. - me susurró mientras me abrazaba. 
- No me vas a perder, ¿vale? Tenlo muy claro cielo, nunca me vas a perder. - intenté animarlo - ni estando a 10.000 km siquiera, nunca me perderás, ¿de acuerdo? - dije mientras le miraba a los ojos.
- Quiero ayudarte en todo, quiero ser tu punto de apoyo, quiero serlo todo para ti, quiero que me veas y digas que soy tu vida entera y que te encanta estar conmigo. Quiero que me digas que me quieres todas las veces que lo sientas y que quieras decirlo. Quiero que me ames como soy, y no por lo que aparento. Te amo Anita. - dijo entrecortándose las palabras - te quiero... - dijo antes de romper a llorar.
- Mírame. - y me miró - No me vas a perder, ¿si?, y quiero que sepas que todo lo que has dicho que quieres, lo tienes ahora, y lo tendrás siempre, ¿vale? Eres el chico de mis sueños y siempre lo serás, el niño de mis ojos, precioso. - dije entre sonrisas.
Me abrazó super fuerte y me susurraba al oido ''Te quiero'' y a mi cada vez me cosquilleaba más el estómago. Le sequé las lágrimas y me sonreía. 
- Enserio cielo, no quiero. - dijo tartamudeando.
- Venga tonto, que me tienes aqui ¿vale? Va, abrázame, nunca te dejaré solo, te lo prometo. 
Y me abrazó más fuerte aún, como si necesitara mi cuerpo para poder seguir caminando. 
- ¿Estás mejor cariño? - dije preocupada.
- Si, si, gracias por todo joder... - dijo llorándo.
- No hay porqué darmelas, vale? Va, te quiero muchísimo Hugito(: 
Me besó..  mientras que nos levantábamos, me cogió de la cadera por el lado y comenzamos a andar otra vez. Me miraba y sonreía, yo me sentía mal por él, pero a la vez bien porque se apoyaba en mí en todas sus dudas. Me lo contaba absolutamente todo... lo que es TODO. Ya atardeció del todo, era casi de noche y me puse el vestidito que llevaba antes y me dijo Hugo que nos fueramos todos ya a una cafetería de por allí y tal. Cogimos la moto los dos, jorge y Clau en la moto de Jorge y Lucía y Fran en la moto de Fran. Mi hermano, mi hermana y sus respectivos novios fueron a por el coche de Ángel y fueron donde dijimos nosotros. Monté a la moto, y tan chulo que es Huguito.. me pidió que le metiera las manos, que le gustaba, y mirándome con cara morbosa, le abracé el torso por la altura del ombligo y puse las palmas de las manos abiertas para tocarle. Arrancó y le dió mucho puño durante el viaje. Mientras, yo le acariciaba las abdominales y a veces me decía que le daba cosquillas... más precioso... jajaj.
Llegamos al Diego's , como se llamaba esa caferería, bajamos de la moto, y no había nadie de estos para entrar ya, y para esperarles, nos sentamos en un portal de una casa. A los cinco minutos llegaron Jorge y Clau y teníamos que esperar a mis hermanos y sus novios. Para esperarnos entramos dentro y nos sentamos en unos sofás de la cafetería.
- Lucía y Fran no vienen, se han ido a la casa de Fran que su madre tenia que hablar con el o no se qué. - dijo Clau.
- Ah, vale, bueno, no pasa nada(: - dije.
Habían 4 sofás. Uno para cada pareja. Nosotros 2 nos sentamos en uno, y Jorge y Clau en otro, y mientras que esperábamos a mis hermanos pedí un Nestea, ya que tenía muchísima sed. A los diez minutos llegaron Angel, Silvia, Gema y Raúl. Se sentaron cada pareja en cada sofá y comencemos a charlar. Hugo pidió una coca-cola, Jorge una tónica, Clau un nestea, como yo, Ángel un cubata, Gema igual, y Silvia y Raúl una fanta de naranja. Pasamos una noche bastante movidita, con locuras, besos, caricias, tonterías, susurros de Hugo, idioteces de Silvia... Lo que se dice una noche movidita, jajajaj. 
Yo tenía mucho sueño, y me eché en Hugo y vió que me dormía y decidimos de irnos ya... Cogió el casco suyo de la moto, me dió el mío que me compró sólo para cuando me montara yo.. (tan idiota el) y me llevó a casa. Llegamos a mi casa y no estaba mi madre. Con esto de la separación y el trabajo, está ocupada ultimamente. Le pedí que me esperase y abrí la puerta, él aparcó la moto y se dispuso a ir detrás de mi agarrándome. Fui a la cocina, y en la mesa había una nota que decía: '' Anita, Ángel y Silvia, como soy ya mayorcitos para cuidarse entre los tres solitos, os voy a dejar unas dos semanas solos, porque tengo un viaje de negocios. Cuando leaís esto, llamadme alguno de vosotros. Besos, os quiero. '' 
- Entoooonces...¿tenemos la casa para nosotros solos no? - dijo con voz rara Hugo. 
- Pues parece ser que sí, jeje.. $: -le contesté- pero ... mis hermanos...
- Bah, tus hermanos. Tus hermanos se traerán a sus novios seguro. 
Los llamé seguidamente a uno de ellos , ya que estaban los dos juntos. Llamé a Silvia, que ella no estaba conduciendo. 
- ¡Dime Anita! ¿Pasa algo?
- No no, al contrario. Mamá se ha ido de viaje de negocios dos semanas, y yo quiero quedarme esta noche con Hugo, esta noche y las que haga falta, ¿vosotros venís con Gema y Raúl? 
- ¡Hoombre! ¿Dudabas? Jajaja, vale, vamos para allí. 
- De acuerdo, adiós.
Miré a Hugo con cara de alegría y me dispuse a subir a mi habitación con él.

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